Hay cuatro tipos de personas con respecto al reino de Dios:
Los Indiferentes: Son las personas naturales, que no conocen a Dios, ellos no tienen noción del reino de Dios ni les interesa saberlo.
Los que están construyendo su propio reino: Lo que les interesa es construir su propia imagen, lo que la gente piensa de ellos, lo importante para ellos es promoverse a sí mismos. Personas totalmente egocéntricas, que usan los medios de comunicación, las redes sociales, las iglesias, etc. para promover su imagen, ellos siempre dicen que están haciendo esto y aquello, que están viajando a tal lugar y luego a tal lugar y que el poder de Dios se ha manifestado enormemente en tal lugar donde ellos han estado, sus ministerios a veces llevan su nombre……construyen el reino de Dios en torno a ellos.
Los que están deseosos de establecer el Reino de Dios: Este es un grupo más reducido, quieren servir al Señor, ellos ponen toda su energía, toda su vida, para el Servicio de Dios, para construir el Reino de Dios, para construir su iglesia, para edificar el pueblo de Dios. Se esmeran por vivir en santidad. Consideran que para vivir la vida cristiana hay que esforzarse.
Los que no pueden construir el reino de Dios: Este es un grupo mucho más reducido. Este grupo se da cuenta de que son instrumentos en las manos de Dios y que ellos no pueden construir el reino de Dios. Cristo, en Mateo 16:18 dijo “Yo edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. Este grupo está compuesto de personas que se dan cuenta que no son capaces de fundar el reino de Dios, ni establecerlo, ni de hacerlo crecer. Se ofrecen a Dios diciendo: Señor, deseo ser un instrumento en tus manos para que Tú establezcas tu Reino, Tú tienes tus planes, Tú tienes la forma en que Tú quieres obrar. Dame el privilegio de ser instrumento en tus manos. Ese grupo es el más pequeño de todos, y reconoce que sin Dios, nada, absolutamente nada pueden hacer.