Cierta ocasión un niño anhelaba estar un momento con su padre, pero el padre siempre estaba trabajando, el niño quería hacer algo con su padre, pero él no tenía tiempo, siempre tenía algo que hacer. En una ocasión, el niño comenzó a ahorrar dinero, y junto $14 Dólares y se le acerco a su padre y le pregunto:
– Papa: ¿Cuanto ganas al día en el trabajo?
Su padre muy confundido le pregunta:
– ¿para qué?
El niño le vuelve a preguntar:
– ¿cuánto ganas al día en el trabajo? – Su padre algo molesto le dice:
– $ 15 dólares, – a lo que el niño responde:
– papi préstame un dólar.
El padre con el afán de que se retirara de él se lo da. Acto seguido el niño le dice:
– ahora papi te voy a pagar un día para que no vayas a trabajar y te quedes a jugar conmigo.
Moraleja: Como padres a veces no le damos el tiempo a nuestros hijos como ellos se los merecen, y ahí es cuando otros llegan y llenan el vacío de sus padres y se descarrían a hacer lo malo.
1 comentario
Dolorosa verdad pero cierta. Gracias!