«Si un creyente deja de estudiar la Biblia, porque piensa que Dios le habla directamente, o si un predicador dice en su mensaje lo que -según cree- Dios le ha dicho, sin atenerse a una fiel exposición de la Biblia, se están abriendo de par en par las puertas no sólo al subjetivismo, sino a cualquier error, pues de hecho se anula la autoridad de la Biblia, único depósito fiable de la Palabra de Dios».
Autor: José M. Martinez