En una mina al norte de Perú un grupo de personas trabajaban arduamente para cubrir las necesidades de su familia, entre el grupo había un «cristiano» que siempre daba gracias a Dios antes de participar de su comida y era el objeto de burla de sus compañeros de trabajo. Cierto día llegó la hora del almuerzo y este buen cristiano saca de su bolsa un pan con jamonada y queso, era lo único que trajo para su comida, lo sostiene en sus manos, cierra los ojos y da gracias a Dios, mientras oraba un perro logra arrebatar su comida y corre a la salida, sus compañeros se comenzaron a reír a todo pulmón y decía:
– Dale gracias por el perro, dale gracias por el perro.
El buen cristiano no lo pensó dos veces y corrió tras el perro, la salida estaba a unos 100mts pero ni bien logra atravesar la salida, la mina se derrumba y el hombre entre extenuado y parapléjico logra decir:
– GRACIAS SEÑOR POR EL PERRO.
3 comentarios
Lo interesante de la ilustración no es que debemos de agradecer por los alimentos sino que el agradecer a Dios por todo lo que nos sucede nos lleva a entender que detrás viene el plan de Dios. Por supuesto su obra es siempre buena, agradezcamos en los momentos difíciles porque ahí está trabajando el Señor Jesús.
Bendiciones
amen lindo mensaje nos enseña sienpre a ser agradecidos con Dios