Hubo un niño de unos siete u ocho años. Se daba cuenta que su sombra no estaba siempre en el mismo lugar. Cuando estaba afuera jugando, a veces su sombra estaba detrás de él. Otras veces estaba enfrente, a un lado o al otro costado. Pero se preguntaba, ¿Por qué mi sombra está en distintos lugares? Un día se dio cuenta de que estaba relacionado con la posición del sol. Si el sol estaba detrás de él, su sombra estaba delante ¿no es así? Y si el sol estaba por delante, la sombra quedaba atrás.
Yo pregunto, el Señor Jesucristo, la persona más Gloriosa del Universo, aquél que en el principio dijo:
Haya luz y hubo luz. Él creó los cielos y la tierra, el universo entero, y lo creó sin cansancio y sin sudor. Esta persona gloriosa, que nació en un establo, se humilló hasta lo sumo, ¿dónde está Él en tu vida? ¿Qué lugar tiene Él en tu vida? Si está detrás de ti y le has dado la espalda, ¿sabes dónde estarán las sombras de la vida? Van a llenar tu visión porque la sombra estará por delante. Las sombras de la vida tendrán un lugar predominante en tu pensamiento, y en tu corazón. Pero, si aquel quien es el Sol, si Él es el sol de tu vida y está por delante, las sombras de la vida no van a desaparecer, pero sí van a quedar atrás; porque el sol de tu vida está en frente. Él es la persona más gloriosa y Él se encarga de tu vida. Él nos compró con Su Sangre preciosa y le pertenecemos. Y si tienes una tremenda sombra por delante, un tremendo obstáculo en tu vida y no sabes qué hacer, te quiero decir que sólo tienes que mirar a Aquel que lo creó todo, que te ama con un amor inmenso, con un amor infinito y te aseguro que esa sombra quedará atrás, Él se encargará de ello.
Fuente: Vivir en el Poder del Evangelio