Un sábado en la noche algunas semanas atrás, el Pastor de una Iglesia se encontraba trabajando hasta tarde y decidió llamar por teléfono a su esposa antes de salir de regreso hacia su casa. Eran alrededor de las 10 de la noche, pero su esposa no contestó el teléfono. El Pastor dejó que timbrara varias veces, pero ella no contestó… El pensó que su esposa ya estaría descansando, pero decidió hacer unas cosas que estaban pendientes y volver a intentar unos minutos después.
Cuando volvió a llamar ella contestó inmediatamente. El le preguntó la razón por la que no le había contestado unos minutos atrás y la respuesta de su esposa fue: «el teléfono no ha sonado en esta casa». Lógicamente, ellos no le dieron importancia al asunto y siguieron con sus vidas como cada día…
Al lunes siguiente el Pastor recibió una llamada en la oficina de la Iglesia. El hombre que llamaba quería saber la razón por la que el Pastor había marcado su número telefónico ese sábado, tarde en la noche. El Pastor no tenía la más mínima idea de lo que aquel hombre le estaba hablando, él no recordaba haber llamado a nadie aquella noche.
Luego, el hombre le dijo, «el teléfono sonó y sonó… pero yo no contesté».
Ahora el Pastor recordaba la llamada que hizo, supuestamente a su casa, y que nunca contestaron, había marcado un número equivocado!. Sin dudarlo, él se disculpó con el hombre por haberlo molestado a esa hora de la noche y le explicó que había sido una equivocación… él estaba tratando de comunicarse a su casa, con su esposa. El hombre le respondió, «está bien!, no se preocupe, déjeme contarle lo que pasó: Yo me encontraba desesperado por mucho tiempo, y esa noche había decidido suicidarme, estaba listo para hacerlo, pero antes… le dije unas palabras a Dios: «Señor, si realmente estás ahí, y no deseas que haga esto, entonces dame una señal… ahora, por favor!». En ese mismo instante mi teléfono empezó a sonar y al mirar la pantalla de mi identificador de llamadas pude leer: -DIOS TODOPODEROSO-, yo estaba paralizado del miedo y no pude contestar!».
La razón por la que había aparecido el nombre de -DIOS TODOPODEROSO- en la pantalla del identificador de llamadas de aquel hombre era porque la Iglesia desde donde había llamado el Pastor se llama «El Tabernáculo del Dios Todopoderoso».
¿No es increíble la forma en la que muchas veces el Señor responde a nuestras oraciones?, tanto es así que de vez en cuando ni siquiera nos damos cuenta que ya nos ha respondido. Él siempre está pendiente de nosotros, no importa la situación ni lo que estemos a punto de hacer… y éste ha sido un ejemplo real que ratifica dicha afirmación.
El Señor Sí responde!… siempre!