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Cada año los papás de Martín lo llevaban con su abuela para pasar las vacaciones de verano, ellos regresaban a su casa en el mismo tren al día siguiente. Un día el niño les dijo a sus papás:

Érase una vez un hombre que poseía un diamante de un valor incalculable. Había heredado…

Nos necesitamos los unos a los otros y de nuestra convivencia emanan responsabilidades. Por el…

Un vaquero conducía por un camino de tierra; su perro iba en la parte trasera…

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