En la selva vivían 3 leones. Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión:
-Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero tenemos un problema, actualmente existen 3 leones y los 3 son muy fuertes. ¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia? ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?
Los leones supieron de la reunión y comentaron entre sí:
-Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener 3 reyes.
-Luchar entre nosotros… no queremos ya que somos muy amigos. Necesitamos saber cuál será el elegido, pero… Cómo descubrirlo?
Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, llegaron a una decisión y se la comunicaron a los 3 leones:
-Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que ustedes tres van a escalar la Montaña Difícil. El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey.
La Montaña Difícil era la más alta de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para ver el gran desafío.
El primer león intentó escalar y no pudo llegar. El segundo empezó con todas ganas, pero, también fue derrotado. El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.
Los animales estaban impacientes y curiosos; si los 3 fueron derrotados, ¿Cómo elegirían un rey? En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra:
-¡Yo sé quién debe ser el rey!- Todos los animales hicieron silencio y lo miraron con gran expectativa. -¿Cómo? -Preguntaron todos.
-Es simple… – dijo el águila. -Yo estaba volando bien cerca de ellos y cuando volvían derrotados por la ladera de la Montaña escuché lo que cada uno dijo a la Montaña.
-El primer león dijo: – ¡Montaña, me has vencido!
-El segundo león dijo: – ¡Montaña, me has vencido!
-El tercer león dijo: – ¡Montaña, me has vencido por ahora! porque ya llegaste a tú tamaño final y yo todavía estoy creciendo.
-La diferencia, -completó el águila-, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y quien piensa así, es más grande que su problema: él es el rey de sí mismo, está preparado para ser rey de los demás.
Los animales aplaudieron entusiasmadamente al tercer león que fue coronado el Rey de los animales.
Moraleja:
No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o problemas que tengas. Tus problemas, por lo menos en la mayoría de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero no tú. Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos.