«Nunca debemos olvidar una advertencia que George Müller hizo una vez a un caballero que le preguntó cuál era la mejor forma para tener una fé firme. ‘La única manera,’ respondió el patriarca de la fé, ‘para aprender una gran fé, es perseverar en las grandes pruebas. Yo he aprendido mi fé permaneciendo firme en medio de las pruebas severas.’ Esto es muy cierto. El tiempo para confiar es cuando todo lo demás nos falla.»