Terminada la segunda Guerra Mundial, un joven piloto inglés probaba un frágil avión monomotor en una peligrosa aventura alrededor del mundo.
Poco tiempo después de haber despegado de uno de los pequeños eimprovisados aeródromos de la India, oyó un ruido extraño que venía de detrás de su asiento.
Se dio cuenta que había una rata a bordo y que si roía la cobertura de lona, podía destruir su frágil avión.
Podía volver al aeropuerto para librarse de su incómodo, peligroso e inesperado pasajero….. Pero de repente recordó que las ratas no resisten las grandes alturas.
Inicio un rápido ascenso y volando cada vez más alto, poco a poco cesaron los ruidos que ponían en peligro su viaje.
ACUÉRDATE SIEMPRE QUE LAS RATAS NO RESISTEN LAS GRANDES ALTURAS…
«Ten el valor de levantar el vuelo y volar siempre alto, muy alto, con la cabeza en las nubes y cuida de mantener los pies bien fijos en el suelo «