William MacDonald cuentra un anécdota de un hombre alcohólico que solía vender los muebles y otros utensilios de su casa para comprar whisky.
Tras convertirse a Cristo, alguien le preguntó:
– Oye, tú no crees todas esas paparruchas acerca de Jesús transformando el agua en vino, ¿verdad?.
A lo cual él respondió:
– Yo no sé nada de convertir agua en vino, ¡pero sé que en mi casa Él transformó el whisky en muebles!