Cuando una persona trabaja ocho horas al día y recibe un pago justo por su tiempo, eso se llama salario.
Cuando una persona compite con otra y recibe un trofeo por su desempeño, eso es un premio.
Cuando una persona recibe un reconocimiento apropiado por sus muchos años de servicio y sus altos logros, eso es un reconocimiento.
Pero cuando una persona no es capaz de ganarse un salario, ni de ganar un premio, y ni merece reconocimiento vemos un cuadro del favor no merecido de Dios.
Esto es lo que estamos tratando de decir cuando hablamos de la gracia de Dios.