Cierta vez, un hombre pidió a Dios una flor y una mariposa. Pero Dios le dio un cactus y una oruga. El hombre quedó triste, pues no entendió por que su pedido llego errado. Luego pensó: Con tanta gente que atender…y resolvió no cuestionar.
Pasado algún tiempo, el hombre fue a verificar el pedido que dejó olvidado. Para su sorpresa, del espinoso y feo cactus había nacido la más bella de las flores. Y la horrible oruga se transformó en una bellísima mariposa.
Dios siempre hace lo correcto. Su camino es el mejor, aunque a nuestros ojos parezca que todo esta errado. Si haz pedido a Dios una cosa y recibiste otra confía. Ten la seguridad de que El siempre dará lo que necesitas en el momento adecuado. No siempre lo que deseas…es lo que necesitas. Como El nunca falla en la entrega de sus pedidos. Sigue adelante sin dudar ni murmurar…
La espina de Hoy…Será la flor de mañana.