«Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas. Pero Lot les dijo: (…) He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; dejadme escapar ahora allá (no es ella pequeña?), y salvaré mi vida».Génesis 19: 17-18,20
Lot debía huir para escapar del juicio contra Sodoma y Gomorra. Los ángeles de Dios le ordenaron que escapara al monte. Debía alejarse del pecado y marchar a las alturas. Pero Lot escogió una ciudad llamada Zoar, que significa «pequeña». Escogió la comodidad, lo poco, a pesar de que fue llamado a ocupar un lugar de privilegio.
El monte representa un lugar de encuentro con Dios. La persona que tiene pasión por el monte busca progresar, anhela alcanzar nuevas alturas con Dios. Cada día se pregunta: Cómo puedo crecer en mi relación con Dios y progresar en mi ministerio? Es alguien que busca poseer toda la tierra que Dios le prometió.
El apóstol Pablo anhelaba hacer la voluntad de Dios. Buscaba constantemente el progreso del evangelio y conocer cada día más a Jesucristo. No se estancaba, ni se conformaba con sus logros. «olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» (Filipenses 3:13-14). ¡Este es el ejemplo de un hombre que progresa con Dios!
No te conformes con lo pequeño, con aquello que no requiere mucho esfuerzo porque está al alcance de la mano. No te quedes en Zoar. Sube al monte.
1 comentario
Mis felicitaciones muy buen artículo. Hasta luego.