El mensaje de hoy es para los hombres. Si usted no ama a su esposa más de lo que la amaba cuando se casó con ella, probablemente la ama mucho menos. Caballero, queremos que aprenda a coquetear, pero no con cualquier mujer, ¡sino únicamente con la chica con quien se casó! Mantenga ese coqueteo durante toda su vida. Nunca llame a la mesera «cariño». Ella no es su cariño. Usted tiene sólo un cariño. Ni nunca llame a otra mujer «amorcito». Ella no es su amor. Existe una dama que necesita poseer la seguridad sin lugar a duda de que ella es su amor, su cariño, su dulzura, y que es la número uno en su vida. Desarrolle ese amor y aliméntelo para que crezca.
¿Es usted un esposo o está cortejando a alguien? Permítanos preguntarle algo: ¿Cuándo fue la última vez que le compró flores o su perfume favorito a su esposa o novia? Deténgase un minuto y piense cómo puede demostrarle que ella es el único amor de su vida.
Mateo 19:5: «Y [Jesús] dijo: Por eso el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.»