Un amigo de verdad se sacrifica por nuestra felicidad, no piensa en él mismo como ente que satisfacerse, el ego no es parte de él, el verdadero amigo da su vida por tí. Encontrar un amigo así es encontrar un hermano en la fe. Unidos por un lazo de amor, un lazo hecha con la sangre derramada en la cruz del calvario.
«La senda de los creyentes no es fácil. Ser cristiano no libra de todos los…